Si la última vez hablé sobre actualidad, con el acceso a la vivienda, hoy me apetece hablar sobre algo que considero muy importante para aquellos que, de una forma u otra, tienen un perfil público.
Durante el Mundial de Qatar se ha puesto la lupa, y diría que una flecha envenenada, en la labor de Luis Enrique y su forma de comunicar. Especialmente lo han hecho aquellos que se dedican a comunicar de una forma totalmente diferente a la que lo hace Luis Enrique, como no podía ser de otra manera. Nadie puede dudar que la estrategia de Luis Enrique ha sido arriesgada para defender a un grupo de jugadores muy jóvenes y con poca experiencia en competiciones de este tipo, y no me refiero a lo futbolístico, sino la defensa casi de “mastín” que ha hecho de su “rebaño” ante la manada de “lobos” que cada noche se reunían en torno a su “Akela” en la advocación de micrófono.
Y es que es absurdo pensar que la comunicación es inmóvil y no cambia en el tiempo. Y es absurdo pensarlo ahora como lo fue en los años 20 con la entrada del televisor en las casas de todo el mundo, y en aquella Nochebuena de 1906 que por primera vez se produjo la primera transmisión radiofónica de la historia. Por eso es tan absurdo pensar que Luis Enrique se ha decidido embarcar en Twitch porque le ha apetecido. Desde luego que el asesor de comunicación de la Federación de Fútbol, o quien quiera que haya asesorado al Míster, sabía lo que hacía, y sabía que actualmente la forma de permear tu mensaje en los más jóvenes es precisamente esta.
Mientras los principales y laureados comunicadores de los medios tradicionales intentaban llegar al día a día de “La Roja”, el propio protagonista y líder de esta, contaba su verdad en red, en primera persona, y respondiendo a las preguntas directas de los que allí le estaban viendo. Un modelo nuevo de “rueda de prensa” que ha levantado suspicacias y, desde luego, atraído a muchos seguidores.
Así que, por mi parte, un rotundo éxito esta idea. Y un aviso a navegantes para todos los que quieran llegar a los demás. Sobre todo, por eso de que nada es para siempre, y que ahora para la Generación Z es más conocido Ibai Llanos que cualquiera de los comunicadores que ganan año tras año los Premios Onda.
¡Pasajeros al tren! Que se va de la estación.