El pasado 20 de agosto la selección española de futbol femenino logró alzarse con el primer Mundial de Fútbol Femenino de la historia. Entre ellas, una chica nacida en Solares, Athenea del Castillo, se convirtió en la primera persona nacida en nuestra comunidad que lo lograba. La vergonzosa actitud de Rubiales en la celebración, de la que la jugadora cántabra fue víctima cuando la cargó al hombro como un saco de patatas, que bien sirve de epitafio a su mandato al frente de la RFEF, ha hecho que no se preste la atención que se merece a las mujeres que han logrado la gesta, aunque en el caso de la solariega esta falta de reconocimiento ha sido especialmente grave.
Mientras la mayoría de sus compañeras eran homenajeadas en sus lugares de residencia, ya sea por parte de gobiernos y ayuntamientos o de los clubs en los que se formaron o en los que actualmente juegan, Athenea aún no ha tenido un solo homenaje. El caso con el Racing fue el más sonado, la presión de una parte de la afición (no entro a valorar cuan minoritaria es esa parte) parece que fue suficiente para que la futbolista cántabra, pese a haber defendido el escudo del Racing, se quedara sin su merecido homenaje en El Sardinero.
Es cierto que la jugadora ha dicho que es del Real Madrid, pero no es menos cierto que una buena parte de la afición racinguista también lo es; así como jugadores destacados como Pedro Munitis o Sergio Canales, a los que no creo que se les negara un homenaje en caso de que lograran algo similar. En estos casos es preferible no juzgar al resto, más aún si cabe en un caso tan habitual en nuestra región como es el compaginar tu pasión por el Racing con el madridismo.
Tampoco ha tenido un homenaje por parte del Solares, club en el que creció futbolísticamente. Y ya metiéndonos en materia institucional, María José Sáenz de Buruaga y su gobierno se han limitado a un simple post en X (Twitter hasta que Elon Musk se levantó cruzado un día). Esto, siendo menos mediático que lo del Racing, es sustancialmente más grave. El Racing no deja de ser una institución privada, mientras que el gobierno nos representa (o aspira a representarnos) a todos los cántabros.
Quizás este desprecio gubernamental a lo hecho por la jugadora cobre aún más gravedad cuando la propia Buruaga se ha vanagloriado durante su investidura de ser la primera mujer en presidir el Gobierno de Cantabria, lo cuál está muy bien, más aún cuando el Partido Popular eligió a otra mujer para presidir el Parlamento, marcando así su intención de dar protagonismo a la parte femenina de la política cántabra. Pero al igual que celebráis las metas conseguidas por vosotras, es pertinente que cuando otra mujer cántabra ha logrado algo de tal calibre, se tenga el detalle de homenajearla.
Nunca es tarde si la dicha es buena. Athenea del Castillo es la primera cántabra campeona del mundo de fútbol y se la debe reconocer, más allá de lo que cada uno pueda pensar o dejar de pensar de ella.