Conocemos el nuevo museo dedicado a la tragedia del vapor Cabo Machichaco, que se ha inaugurado recientemente en la Estación Marítima de Santander coincidiendo con el 130º aniversario de su explosión.
El pasado día 3 de Noviembre, fecha en la que se conmemoraba el 130 aniversario de la explosión del vapor, tuvo lugar la inauguración del Museo del Cabo Machichaco. El obispo emérito rezó un responso y se hizo una ofrenda floral por los 590 fallecidos y los 2000 heridos que fueron víctimas del fatídico accidente. Posteriormente se procedió a la inauguración con presencia de numerosas autoridades, como la alcaldesa Gema Igual, la consejera de Cultura, Eva Guillermina Fernández y Roberto García-Borbolla, presidente de la Real Asociación Machichaco.
El maquetista e investigador naval Pedro Blanco, nos hizo una visita guiada llena de detalles y anécdotas imposibles de plasmar en este artículo. En un panel de la expo, nos mostró el sobordo o documento de carga del buque. En él se puede leer el inventario de mercancías que transportaba el buque de la compañía Ibarra que, en su escala de Santander, llevaba 20 cajas de dinamita, una ingente cantidad de tornillería y barras de hierro o planchas de cobre, que actuaron como catalizador de la terrible explosión. No se ha podido determinar cuál fue el detonante, pero como nos explica Pedro Blanco, se produjo un cúmulo de circunstancias fatales. El barco venía de hacer escala en el Puerto de Bilbao, que estaba siendo azotado por un brote de cólera. Por esa razón, se vio obligado a atracar en el lazareto de Pedrosa y a hacer cuarentena durante 10 días. Después se trasladó al muelle de Maliaño, donde se ubica actualmente la Estación Marítima, en lugar de efectuar la descarga en el que estaba destinado a las embarcaciones de sus características, a la altura del Barrio Pesquero. Suma y sigue. Aquel fatídico día tampoco ondeaba la bandera roja reglamentaria en el palo de mesana del vapor. Pero el factor más determinante fue que aquel día no llovió y muchísima gente de toda la ciudad, acudió a contemplar el espectáculo del barco en llamas, «como si se tratara de una superproducción de Hollywood», tal y como comenta el maquetista. Gentes de todos los estratos sociales se agolpaban en los muelles y balcones de los edificios de la actual calle de Calderón de la Barca. Aún se pueden observar las marcas en naranja del lugar exacto donde se hallaba atracado el Cabo Machichaco junto a la actual Estación Marítima, asomándose a las verjas que dan al restaurante. También es necesario reseñar, que contrariamente a la creencia de muchos santanderinos, servidora incluida, el Cabo Machichaco no desembarcó en Santander sin autorización, ya que estaba permitida la descarga de explosivos. Por el contrario, la horrible tragedia fue el detonante del cambio de las normas del tráfico marítimo a nivel mundial.
La exposición está diseñada para hacerse de forma autoguiada y en un futuro próximo de forma dinámica, tal y como fueron sucediéndose las 2 explosiones y posteriores voladuras. Pedro Blanco dispone de una vastísima documentación, remaches, metralla del buque y de un inmenso material gráfico, pero sobre todo de un montón de conocimientos, que no caben en la pequeña sala de la Estación Marítima. No obstante, los dos elementos más destacados, el diorama y la caja mágica diseñadas por él, se hallarán de forma permanente en el Museo.
Os recomendamos encarecidamente esta exposición, ya que forma parte de la historia trágica de nuestra ciudad y sirve para que las futuras generaciones de santanderinos, puedan comprender sus orígenes y el enorme esfuerzo que hicieron sus antepasados para ponerla en pie en dos aciagas ocasiones.
*El museo permanece abierto de martes a domingo, de 08:00-20:30h. El recorrido es autoguiado y gratuito. Para concertar las visitas guiadas o hacer cualquier sugerencia: tlf. 658-82-78-08 o por correo electrónico: rgb@machichaco.org