Estamos en tiempo de vijanera, transitando el mes de Jano, dios de los comienzos y los finales al que los romanos invocaban cuando emprendían algún proyecto o acontecía algo en su vida que suponía un nuevo comienzo. Así Jano era recordado en bodas, nacimientos, viajes, siembras… el dios de las dos caras estaba siempre presente en ese preciso instante en el que se despide al pasado y se saluda al futuro.
Aunque Jano sea un dios dual los romanos preferían centrarse en los comienzos más que en los finales por lo que Jano dio nombre al primer mes del año y en estas fechas se encomendaban a él en busca de un próspero año nuevo.
Este año que comienza es año electoral y los que amamos Cantabria nos encomendamos a Jano implorando un nuevo comienzo, pidiéndole que acabe un ciclo y comience otro en el que la izquierda vuelva a tener voz en el parlamento. Cuando Jano mire hacia atrás y pase revista a los últimos cuatro años de parlamentarismo cántabro verá un hemiciclo monocolor en el que es difícil diferenciar las posturas de unos y otros. Los que se dicen de izquierdas, los que se dicen moderados y los que se creen regionalistas parecen un coro de voces blancas en el que no desentona nadie… mismo canto, misma melodía, ninguna propuesta de futuro.
Con la industria agonizando, con el sector primario muerto, hemos pasado otros cuatro años a la deriva sin que ningún diputado sea capaz de atisbar un futuro para Cantabria más allá del ladrillo y el turismo.
Jano tiene que bendecir a la izquierda porque un parlamento necesita una postura discordante que ayude a enderezar el rumbo, porque es necesario que las voces que nunca se escuchan resuenen en la calle Alta, porque todo dirigente necesita al tábano socrático que espolea al caballo lento.
La izquierda es trabajadora y proactiva, por eso nunca se aprobaron más leyes en Cantabria que cuando Podemos estuvo en el parlamento, en aquellos años la izquierda redactó leyes como la de trasparencia a la que Revilla solo tuvo que poner la firma, como la de realojo que Podemos pactó con el PP y que el PRC acaba de derogar para desgracia de los expropiados… aquellos tres diputados trabajaron mucho y bien logrando importantes avances sociales. Desde la más absoluta minoría se elaboraron leyes pero además se ganaron cientos de pequeñas batallas que hicieron la vida un poco más fácil a miles de cántabros…Sirva de ejemplo el lobo con uno parlamento que hoy es unánime en su demagogia con el animal pero cuyos diputados olvidan que ayer el PRC pagaba mal y tarde los daños que el lobo producía, que el PP no pagó ni un duro cuando gobernó y que solo la exigencia de Podemos en la investidura de Revilla logró que hoy los ganaderos cobren las indemnizaciones por daños.
En la izquierda no somos muy de dioses pero haremos bien en honrar a Jano mirando al futuro con optimismo sin perder de vista todo lo que fuimos capaces de lograr, aunando caminos hasta lograr lo único que nos importa, el futuro de nuestra tierra.