Eran las 20.59 horas del viernes, 4 de noviembre y los nervios se palpaban en el ambiente, camisetas negras de “Héroes del sábado” y esqueletos tocando el acordeón esperaban con ansia la puesta en escena de “Nuevo cancionero Burgalés” de la Maravillosa orquesta del alcohol.
Dos minutos más tarde, las luces se apagaban creando un ambiente mágico mientras sonaba `I Won´t back down´ en la estremecedora voz de Johnny Cash, sin duda un claro referente para el grupo, incluso su cantante, David Ruiz lleva su imagen tatuada en el brazo derecho.
Y puntuales, mientras sonaban los primeros compases de `Un lunes´ salieron, pletóricos, los siete chavales de Burgos con su inconfundible outfit. Pantalones negros y camisetas de tirantes blancas. A partir de este momento comenzó lo que iba a ser una fiesta inolvidable, de noventa minutos llenos de emociones, saltos, abrazos, coros, sonrisas y complicidades.
A lo largo de ese tiempo la banda hizo un recorrido por su discografía, tocando temas del nuevo disco, siendo este el protagonista de la velada, que apenas publicaron hace menos de un año (2021) y muchos de ellos ya se han convertido en himnos al igual que el resto de los temas que componen los discos anteriores que no pudieron faltar en el setlist, como la `Inmensidad´, `Vasos vacíos´, `1932´o las aclamadas `Héroes del sábado´ y `Nómadas´ que dedicaron a las mil almas que habían hecho posible el primer sold out del fin de semana del grupo en el Escenario Santander.
¿Qué decir de estos músicos que componen la banda? Son once años dando muchos conciertos, quizás más de los que se pueden contar, y eso se nota a la legua, lo demuestran cada vez que suben a un escenario con su profesionalidad, el virtuosismo de cada uno de ellos con sus instrumentos, David y esa voz que te desgarra por dentro con canciones “que pueden sanar a los heridos” y todo es posible gracias al trabajo que llevan en sus mochilas, a esa cohesión grupal, a su humildad y la buena vibra que derrochan.
El final de la noche fue llegando, no dejando pasar la oportunidad de transmitir que son ”la banda más privilegiada del mundo por hacer ésto”, agradeciendo “de todo corazón” a todas las personas que estaban ahí, desgañitándose, disfrutando de la música y apoyando la cultura. También al staff de la sala y a su propio equipo técnico.
Como broche final tocaron `Mañana voy a Burgos´, mientras David, el muchacho de la eterna sonrisa decía “Santander, os queremos, os llevamos aquí (señalando su corazón) y viva la madre que os parió”. Y como no podía ser de otra manera, todo el público abandonó la sala con unas ganas increíbles de ir mañana a Burgos con la Maravillosa Orquesta del Alcohol y es que ellos dicen que no son “guais”, ni “artistas”, pero toda la peña (como ellos dicen) sabemos que, sí lo son, y muy grandes.












