- Lo que queremos los cántabros es que empiecen a rodar cabezas tractoras por nuestras vías que no se averíen a diario, lleguen puntualmente y ofrezcan un servicio público verdaderamente competitivo como medio de transporte terrestre
El recién creado comité de la desinformación impulsado por el PSOE bien habría podido detectar que desde 2021, se sabía que técnicamente no se podía satisfacer el encargo de trenes para Cantabria y Asturias, pues se dieron cuenta inmediatamente de que no entrarían por los túneles. Queda mucho que hablar sobre esto para depurar responsabilidades a todos los niveles, pero lo que está claro es que han actuado de espaldas a las comunidades autonómicas afectadas. He estado ojeando la prensa de la vecina Asturias en estos días y el paralelismo de la oposición es idéntico al de Cantabria. Los asturianos estaban reprochando a Adrián Barbón su irrelevancia dentro del partido y ante el Gobierno de España, ya que la Ministra Raquel Sánchez había acudido nada más y nada menos que a Castro-Urdiales a dar explicaciones sobre lo ocurrido y a ofrecer dos cabezas (no rodantes ni tractoras) a su vecino Revilla.
Que la Ministra estuviera en Cantabria estaba totalmente planificado, lo que no entraba en sus planes era tener que ofrecer declaraciones por este tema en un día que acudía como invitada a comer con el PSOE castreño por el 125 Aniversario del partido en la ciudad. Pero esto es lo de menos, no debería importarnos en absoluto. Simplemente me resulta curioso como en Asturias es su presidente el irrelevante y Revilla el temido por el Gobierno de España y sin embargo aquí, le tildan de servil y mudo ante los incumplimientos.
Este enésimo incumplimiento, puesto que el error retrasará la entrega de los trenes ha sido posiblemente la gota que colma el vaso. Es muy posible que el cabreo generalizado sea el preámbulo de una concienciación y movilización sin precedentes para conseguir que el Gobierno de España rinda cuentas con los cántabros. Históricamente maltratados, durante décadas mirados de reojo con comentarios de que nunca debimos dejar de ser el puerto de Castilla, como si el comentario o el hecho de que realmente sucediera fuese un bálsamo o una solución a estos incumplimientos.
Lo hicieron con el túnel de La Engaña, lo hicieron con el abandono absoluto a las gentes de la zona más fértil de Campoo cuando se hizo el embalse del Ebro, puente de Noguerol incluido. Lo hicieron durante décadas con los retrasos para arreglar el acceso por el Desfiladero de la Hermida, lo hicieron cuando no pagaban la deuda de Valdecilla, lo hicieron cuando cancelaron la llegada del AVE a Cantabria y así podría seguir un buen rato. Lo hicieron unos y otros, esos son los hechos.
Creo que llegados a este punto es conveniente reflexionar sobre las reivindicaciones históricas de Cantabria en materia de inversiones e infraestructuras y ver quiénes de manera valiente y decidida no se han rendido. La llegada de la alta velocidad por Palencia no es ocurrencia del señor Revilla o del PRC, es una reivindicación como territorio periférico que está aislado y con vías y túneles del Siglo XIX. La conexión con Bilbao no es un sueño de Revilla o del PRC, es una necesidad de conectar con la Y vasca, para tener salida al valle del Ebro y a Europa (que por cierto por muy decisivos que son con los sucesivos gobiernos siguen con retrasos e incumplimientos) y por
supuesto las continuas exigencias de cumplir y ejecutar los presupuestos en cuanto al cercanías que se han intensificado con la llegada de Mazón al Congreso de los Diputados y de Jose Miguel Fernandéz Viadero al Senado.
No, no son ocurrencias del señor Revilla ni del PRC. Saldar una deuda histórica y pasar del Siglo XIX al Siglo XXI en materia ferroviaria es una cuestión que no va de colores ni siglas, es cosa de todos. Ahí es donde deberíamos estar más que unidos y luchar hasta el final.
Esperemos que esto sirva de revulsivo a todos los niveles para que esta no sea una injusticia más con la que pleitear contra el Gobierno de España y se pongan las pilas.
Cuando esto suceda podríamos plantearnos la posibilidad que recoge nuestro estatuto autonómico de tener las competencias de ferrocarril transferidas con su consiguiente financiación, pero antes de abordarlo, yo al menos estoy en la línea de que el Gobierno de España invierta de manera contundente y se ponga al día con algo que no debería haber dejado que se hunda. Aunque viendo la cascada de problemas que van a ir sucediéndose y replicándose por todo el país, que no nos extrañe que abra el melón el propio gobierno central pronto.