- Relinchu vuelve a hacerte una recomendación que no te puedes perder.
Ahora que se acercan estas fiestas tan señaladas empezamos a oír por todos lados los villancicos de siempre, desde “Los peces en el río” hasta Mariah Carey (que lleva calentando motores desde que se terminó Halloween). En el supermercado, en el centro comercial, en el ascensor de la oficina, en el transporte público, en la plaza del ayuntamiento o después de las comidas familiares (hay quien mantiene incluso la tradición de sacar panderetas y guitarras junto al turrón para cantar villancicos en familia, sí, por extraño que pueda parecer). Por todas partes nos invade el espíritu navideño de la mano de la música. Los Reyes Magos y Papá Noel no dan a basto, somos muchos, y no tienen más remedio que poner en marcha estrategias sonoras como esta para asegurarse de que a nadie le falte regalo cada Navidad.
Pero seamos sinceros, todos los años los mismos villancicos… aburre. Como no parece que haya muchos artistas dispuestos a crear hitazos autóctonos como “Campana sobre campana” o “La Marimorena”, y como sabemos que muchos de nuestros seguidores son indies de manual, aquí os traigo yo una selección de villancicos vintage que son una auténtica delicia. No lloréis más. “No pateixis més”, que dicen en catalán. Desabróchense las camisas de flores, pónganse cómodos y presten atención.

Os invito a acercaros a la “Magna Antología del Folklore Musical de España” una recopilación de cantos populares con grabaciones de audio y estudio de repertorio popular de tradición oral de toda España, realizada en los años 50 por el folklorista y musicólogo placentino Manuel García Matos. La recopilación fue inmensa: más de 350 grabaciones repartidas en varios discos que reflejan el folklore musical de casi todas las provincias de España (todas las comunidades autónomas actuales, al menos, se encontrarían representadas en la colección). Esta obra ha sido editada y reeditada hasta en cuatro ocasiones (1960, 1971, 1978 y 1992), siendo la última una remasterización a disco compacto de la anterior, que es la que más pistas contiene. Pero nos vamos a quedar con la primera edición, ya que es la que podemos encontrar al completo en Spotify. De los 101 cantos y toques instrumentales repartidos en cuatro discos de vinilo que contiene, sólo cinco son cantos navideños. Sin embargo, son más que suficientes para variar un poco nuestro repertorio.

Un pequeño aviso para nuestros lectores más jóvenes: García Matos utiliza para la organización geográfica del repertorio la nomenclatura referente a las regiones de España tal y como se habían propuesto en la II República y como se entendieron hasta prácticamente antes del Estado de las Autonomías. A saber: Galicia, Asturias, León (León, Zamora, Salamanca, Palencia y Valladolid), Castilla la Vieja (Santander, Burgos, Soria, Segovia, Ávila y Logroño), Canarias, Andalucía, Navarra, Vascongadas, Aragón, Cataluña, Valencia, Baleares, Murcia (Murcia y Albacete), Castilla la Nueva (Madrid, Guadalajara, Toledo, Cuenca y Ciudad Real) y Extremadura. Con esto: comenzamos.
1. “Ande, ande y ande” – Guisando, Ávila
En la colección figura como “Navideña” y se trata, de hecho, de una variante de la famosa “Ande, ande, ande, la marimorena” a la que además se le ha añadido otra canción: “Cándida flor”. Veréis más abajo, en cursiva, cómo hay dos estribillos diferentes en los que, de hecho, la música no es la misma, y cómo empieza y termina con “Ande, ande y ande”. Es ésta una canción para pedir el aguinaldo, una ronda navideña, al típico estilo y formato de las rondas del sur abulense, que se va replicando por el sur de Castilla hacia las provincias del sur y del este de España: varias voces, generalmente mixtas, acompañadas de una rondalla, una agrupación instrumental móvil que de base se compone de tres tipos de cordófonos punteados: guitarras, laúdes y bandurrias (o timples, en Canarias); y una sección de percusión: triángulos, castañuelas y panderetas. Según la zona de España se añaden también violines y/o flautas, pero no es el caso de Ávila. Desde luego este es un tipo de formación que en el noroeste de la península no vemos jamás. Exotismo garantizado by Relinchu. Hay que decir que en esta canción el sonido metálico que escuchamos no corresponde a un triángulo, sino a un almirez (una especie de mortero de metal), que constituye por sí mismo la sección de percusión de esta rondalla. Como ocurre aquí, a veces el grupo de voces se intercala o deja espacio a una copla cantada por una voz solista.
Aquí dejo la letra para que no tengáis excusa:
El aguinaldillo, madre generosa, higos o castañas o cualquiera cosa. Buenas noches los dé Dios a la rosa y al clavel (bis) a todos en compañía y a los señores también. (bis) Ande, ande y ande la marimorena. Ande, ande y ande que es la Nochebuena. (bis) Echaremos una copla por encima de un nogal, (bis) a Dios pido la salud pa todos en general (bis). Ande, ande… etc. Esta Noche es Nochebuena y mañana Navidad, saca la bota, María, que me voy a emborrachar. Y esta noche es Nochebuena. Cándida, Cándida, Cándida flor, por una Cándida me muero yo. Me muero yo, me he de morir, Cándida, Cándida, Cándida sí. La Nochebuena se viene la Nochebuena se va y nosotros nos iremos y no volveremos más. La Nochebuena se viene. Cándida… etc. A la señora Gregoria [aquí podéis meter el nombre de quién queráis] la traigo el corazón, (bis) Cubridla con vuestro manto Virgen de la Concepción. (bis) Ande, ande… etc.
2. ¡Ay, qué niño tan hermoso! – Rincón de Seca, Murcia
Otra canción de aguinaldo, siendo este apelativo el que utiliza el recopilador para registrarla: “El Aguinaldo”. Aparte de la belleza musical indiscutible de esta pieza, hay tres cosas interesantes a destacar. Por un lado, como han podido comprobar los más impacientes, se trata también de una rondalla. En ésta, la sección rítmica corre a cargo de las panderetas y hay un violín que dobla todo el rato la melodía de las voces. Es muy típico de Murcia y Almería el incluir violines o incluso flautas traveseras en las rondallas. En segundo lugar, la organización o estructura de la interpretación. Aquí las estrofas o coplas las realiza un solista, que se intercala con el resto del grupo vocal, quienes se le unen en los estribillos. Dato extra: en musicología llamamos a esto “estructura responsorial”. En tercer lugar, la estructura textual. Aparentemente no hay nada extraño: cuartetas octosilábicas con rima en los versos pares. Lo interesante es que cada estribillo incluye como primer verso el último de la estrofa anterior.
Permítanme un último bonus fact curioso para terminar: el primer verso dice que son “los Auroros del Rincón” los que cantan al Niño. “Auroros” es como se conoce en la Región de Murcia a un tipo de agrupación de voces masculinas (muy interesante por los efectos acústicos que consiguen) que cantan a capella canciones religiosas, en iglesias y ceremonias eclesiásticas. Sin embargo, con este villancico vemos que también pueden formar parte de rondallas y cantar en entornos menos solemnes.
Aquí la letra:
Los Auroros del Rincón, con alegría y con cariño, que estamos en navidad, vamos a cantarle al Niño. Vamos a cantarle al Niño, ¡Ay, qué niño tan hermoso! Que a todos causa alegría Su nacimiento glorioso. Este Niño pequeñito su alegría va derramando, que nació allá en Belén y nació para salvarnos. Y nació para salvarnos. ¡Ay, qué Niño… etc. Niño pequeño y gracioso, bonito como una estrella, con su llanto a los pastores y su alegría los encienda. Su alegría los encienda. ¡Ay, qué Niño… etc. Que despierta a los pastores. Todos debemos quererle, todos se afanan corriendo sus ovejas a ofrecerle. Sus ovejas a ofrecerle. ¡Ay, qué Niño… etc.
3. Que viva la rama – Alosno, Huelva
Salimos de la rondalla pero no del formato de agrupación. En Alosno (que no “Alonso”, cuidado con la dislexia, me digo ¿a mí mismo?) un grupo de mujeres acompañadas de panderetas, almirez y castañuelas cantan este bellísimo villancico en el que, como curiosidad, escuchamos cómo una de ellas se encarga siempre de cantar el primer verso de cada copla, como si así consiguiera recordarles al resto lo que viene. Sería probablemente ella la que mejor memoria tenía de todas.
¡A disfrutarla!:
¿Pastorcito por qué llora’? Ven acá y te callaré. Se m’ha perdido el ganado en los montes de Belén. Que viva la rama que viva el fervó’. Vivan las devotas del niño de Dios. Unas llevan pera’ y nuese’ otras bellota’ y castaña’ otras llevan pan pelado y el canasto con las cañas Que viva la rama… etc. Los pastores no son hombre’ que son ángeles del cielo. En el portal de María ellos fueron los primero’. Que viva la rama… etc. Cuando fuimos por las ramas, No’ encontramos dos perdises y nosotras con las ramas les tiramos a las narises.
4. Xarrampin, xarrampin, xarrampía – Tarragona
En Relinchu estamos muy a favor de respetar y visibilizar la pluralidad lingüística, así que aquí tenemos un villancico en catalán. Santanderinos, que nos conocemos, que no me entere yo de que no os lo aprendéis de memoria (aquí el que escribe es medio santanderino, así que se aplicará el cuento). La pista de Spotify dice que es de Barcelona, pero el libreto que estoy consultando para escribir este artículo la sitúa en Tarragona. Vamos a fiarnos del documento impreso. En todo caso, se trata de un villancico bastante conocido en Cataluña. “Nadalenca”, dice el título en la colección, es decir “navideña” (este va ser el único servicio de traducción que encontréis respecto a este villancico). Seguimos aquí en un tipo de agrupación similar a la onubense: grupo de voces, mixtas en este caso, acompañado de panderetas y triángulo. Como en el villancico murciano, volvemos a tener una estructura responsorial (alternancia solista-grupo): una voz femenina (bueno, dos, pero seguramente fuera una cuestión de apoyo moral y/o memoria) canta las coplas, mientras que el grupo entero interviene en los estribillos.
¡A practicar!
Jo sóc el petit vailet cansadet de molt camí. Vinc amb el meu gaiatet per veure a Jesús Diví. Xarrampin, xarrampin, xarrampía, xarrampin, xarrampin, xarrampó, xarrampin, que Josep i María tenen un petit minyó. He portat la carmonyola total plena de vi blanc, i una llarga llangonissa per Jesús el Diví Infant. Xarrampin… etc. Aquí van aquestes calces, quem les va a donar l’hereu, serviram per abrigar-vos, que són de molt gros conreu. Xarrampin… etc.
5. Ator, ator – Vizcaya
“Hator, hator” se escribe aparentemente en euskera actualmente, que quiere decir “ven, ven”. He aquí uno de los villancicos más conocidos entre los vascoparlantes. Yo os invito a incluirlo en vuestro repertorio, ¡por qué no! Es el más austero de los cinco en cuanto a formación: un grupo de voces mixtas que cantan al unísono (como todos los anteriores, por otro lado). Punto. Pero no carece de interés. Se trata, por su comportamiento melódico, del ejemplo más “tonal”, es decir, más próximo al comportamiento de la música clásica occidental. La estandarización de las sonoridades de la música tradicional y el barrido de las sonoridades modales (las que nos vienen de la Edad Media) en el País Vasco ha sido bastante notorio en comparación a otras zonas de la península. Es lo que hay. Lo que hay, de hecho, es una buena investigación etno-musicológica por hacer (pelota lanzada a mis colegas). Terminamos así con una canción que nos invita a comer castañas por Nochebuena… ¡Muy otoñales estos vascos en diciembre!
A por ella:
Hator, hator, mutil, etxera, gaztainak ximelak jatera, gabon gaua, ospatutzeko, aitaren ta amaren ondoan. Ikusiko dok aita barrezka, ama ere poz atseginez. Eragiok mutil, aurreko danbolin horri, gaztainak erre artean, gaztainak erre artean, txipli, txapla, pun! Gabon gaua pozik igaro daigun.
¡Va!… la traducción, os quejaréis:
Ven, ven a casa muchacho a comer castañas maduras para celebrar Nochebuena al lado de papá y mamá Verás a papá riéndose, y a mamá llena de placer. Mueve muchacho ese tambor de asar castañas, hasta que se asen las castañas ¡chipli, chipla, pun! para que pasemos contentos la Nochebuena
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